Estos días he estado pensando en varios de los temas que pudieran parecer controversiales pero que considero que son importantes de abordar en la práctica del yoga que va más allá de las asanas o posturas. Es por ello que hoy he decidido dar ese paso y hablar sobre 3 tips para comer saludable y contarles mi experiencia personal en la transición al vegetarianismo.
Tip 1: Consume alimentos con nutrientes
Suena obvio, si, lo sé, pero no está de más mencionarlo en el primer lugar. Esto lo traigo a colación por el simple hecho de que comer saludable, en esencia, se trata de eso, de comer una variedad de alimentos que tengan muchos nutrientes: granos, proteína, frutas y verduras.
Estamos acostumbrados, con la velocidad del mundo actual, a consumir cosas rápidas y luego no nos damos cuenta del número de grasas saturadas, azúcares y sal que tienen nuestros alimentos, por lo que es super importante tomarnos nuestro tiempo para conocer lo que ingerimos, o al menos planearlo: ponle amor a tu comida.
Tip 2: Consume proteína
No importa si tu caso es todavía proteína animal o si es, como en mi caso, proteína vegetal, el chiste es que le des prioridad a este rubro en tu dieta. Es importante señalar que el papel principal de la proteína en una dieta saludable es la de regenerar y construir tejidos, por lo que nos ayudará a que el cuerpo ¡exista!
Como lo mencioné anteriormente, no importa si tu proteína es todavía carne, pescado o pollo; si este es el caso, te sugiero averigües de dónde viene y sepas si tiene hormonas o añadidos no naturales. Para los que consumimos alimentos vegetales, la proteína puede venir de los frijoles, alubias, garbanzos, chícharos, humus, la soya, nueces y semillas.
Tip 3: Consume una variedad de frutas y verduras
Sí, suena a comercial y no importa: ¡por algo lo dicen los comerciales! Es importante que consumamos una gran variedad de colores en nuestro plato además del café, por lo que checa que exista algo verde – principalmente – en tu plato, luego intenta con otros colores como amarillo (como el pimiento o elote), rojo (jitomate, pimiento), morado (berenjena), blanco (coliflor), y la lista sigue y sigue. Diviértete creando platos divertidos llenos de frutas y verduras, las cuales te ayudarán a hidratarte y mantenterte saludable.
Mi transición al vegetarianismo
Hace casi un año que dejé de consumir productos animales fuera de los lácteos y el huevo (estamos trabajando todavía en dejar estos últimos dos, tal vez para el próximo año) y, francamente, nunca me había sentido mejor.
Para los que me conocieron antes, sabrán que hasta hacía chistes sobre mi insana relación con el tocino o que tenía una especial debilidad por los mariscos y, si, hubo mucho tiempo que pensé que “no podía vivir” sin ellos, por lo que ahora estoy gratamente sorprendida de saber que soy perfectamente feliz sin incluirlos en mi dieta.
Creo que lo que me ayudó en mi camino fue que tenía buenas razones para hacerlo y una gran motivación y acompañamiento en el camino, lo cual ayudó a no verlo nada más como un cambio de dieta, sino como un cambio de raíz en mi estilo de vida; la idea de basarme en Ahimsa y la no violencia cómo motor de mi alimentación, hizo que mi chip cambiara para muchas otras cosas.
No quiero que esta entrada sea enormemente larga con un plan detallado sobre cómo fue que hice mi transición y lo que le ha sucedido a mi cuerpo en el trayecto; si les interesa saberlo, con mucho gusto avísenme y escribo más sobre el tema. Sin embargo, si quiero decir que el tomar la decisión de llevar una vida saludable, sea cual sea tu camino, es probablemente lo mejor que puedas hacer.
Seamos receptivos. Namasté.