¿Qué es la felicidad?
Si lo buscamos en un diccionario, el término “felicidad” refiere al “estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno”. Es decir, si pensamos en cuando somos (¿o estamos?) felices, es como un momento en el que todas las cosas parecieran estar alineadas y fluir en armonía.
¿Qué tiene que ver esto con el yoga?
Bueno, realmente no aplicaría en todos los casos ni intento decir que sin yoga no puedes ser feliz; sin embargo, quería ocupar esta entrada para explicar el camino que yo he tomado y cómo me ha ayudado el yoga a encontrar mi lugar en el mundo: un lugar en donde todo se acomodó y me hizo sentir de camino a casa.
El yoga y el concepto del cambio
El yoga me ayudó a entender muchas cosas, empezando por el tema de que todo es pasajero, nada es permanente y las cosas como están son perfectas. Esto no termina en un determinismo, ni mucho menos en un sentimiento de que ya no importa el futuro, sino que uno se llena de Santosha, contentamiento, con la vida tal y cómo es.
Considero que, principalmente, el tema de abrazar el cambio y no entrar en crisis cuando las cosas no son estáticas, ha sido la principal contribución del yoga a mi felicidad; me ha enseñado que al igual que cambio yo en mi tapete y cada vez avanzo más en mis posturas y en mi desarrollo espiritual, también voy cambiando en mi vida y en mi relación conmigo y con otros.
El yoga y la aceptación
Otra de las cosas en las cuales el yoga ha contribuido a considerarme una persona feliz ha sido, definitivamente, el tema de aceptar. No sólo a aceptar mis circunstancias, sino mis propios pensamientos y mis emociones. Para los que me conocen, yo tiendo a ser aprehensiva con todo y, a través de mi práctica dentro y fuera del tapete, he logrado a aprender y a reconocer lo que pasa en mi mente y en mi corazón, a aceptarlo y a dejarlo ir. No siempre en fácil, no siempre es rápido, pero acepto que es un proceso.
Como siempre, les invito a darle una oportunidad a la práctica para que vean lo mucho que puede ayudarles en sus vidas. ¿Se atreven?
Seamos receptivos. Namasté.
Descubrí contigo el yoga y los beneficios que he obtenido son increíbles , muchas gracias , me encanta !
Muchísimas gracias! Me encanta tenerte como alumna y que cada día vayas descubriendo las bondades del yoga. Namasté!
Descubrí el yoga durante el confinamiento, entre el miedo, el estrés y la ansiedad que la situación conlleva, es mi momento de respirar, de desconectarme del exterior para conectarme con mi mente y cuerpo, de demostrarme que cada día puedo ir más allá, y que pase lo que pase, nada es permanente.
No sabes el gusto que me da que hayas decidido darle un chance al yoga y ver lo mucho que puede hacer por tí, me alegra saber que te ha ayudado con cuestiones como el miedo, el estrés y la ansiedad; la meditación, los ejercicios de respiración o pranayama y el yoga son herramientas muy bonitas que nos ayudan a llevar mejor nuestros días, especialmente en este confinamiento.
Y, claro que puedes ir más allá! Gracias por ser tan receptiva.