El Sankalpa es uno de los elementos de la práctica del Yoga o Yoga Nidra (si quieres ver el post sobre qué es el yoga, da clic aquí) que, de su raíz en sánscrito, significa una concepción, idea o noción formada en el corazón o en la mente; esto es un voto o determinación para expresar algo, decretarlo o llevarlo a cabo. Es una intención o voluntad.
Es con el sankalpa que aumenta la fuerza de voluntad y la conexión entre el cuerpo y la mente en el momento en el que ya se tiene un objetivo en mente. En el yoga, el concepto toma más fuerza ya que es el objetivo con el que comenzamos nuestra práctica, con el que establecemos una resolución firme sobre cómo entramos al espacio de práctica, qué y cómo queremos lograr una mejora o un cambio.
De acuerdo a los rishis védicos, los grandes sabios, es “una afirmación que se imprime en la mente subconsciente cuando ésta se encuentra más receptiva, es decir, cuando la mente está en calma” (para ver el artículo de donde tomé esta idea, da clic aquí). Es así como creamos un compromiso con nosotros mismos y con nuestra experiencia en el yoga y en la vida para transformarnos a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
De acuerdo a algunas fuentes, el sankalpa es algo que debe de repetirse tres veces. No basta con sólo decirlo, sino que también tenemos que sentirlo y hacerlo nuestro con todo nuestro ser y todas nuestras intenciones. De esta forma el sankalpa o intención se vuelve una expresión de algo que ya está y que nos gusta cómo está en nuestro interior o entorno “Tengo amor en mi vida”, “Yo soy amor” o, bien, se vuelve la expresión de algo que queremos alcanzar como “Quiero amor en mi vida”, “Quiero ser amor”.
Finalmente, es importante regresar a uno de los puntos que se resaltaron al principio: el sankalpa es una parte del Yoga Nidra.
¿Qué es Yoga Nidra?
Ah, pues el Yoga Nidra es una técnica de meditación y relajación desarrollada por el sabio Swami Satyananda Saraswati, quien buscó adaptar y actualizar técnicas de Tantra Nyasa, conservando su esencia, pero volviéndola más asequible para aquellos que no necesariamente tienen todo el conocimiento del empaque ritual. Aquí la conciencia se separa de la experiencia exterior y de lo que los sentidos nos quieren decir y del sueño o las ilusiones que tengamos con nosotros, volviéndose un espacio de paz y quietud.
Es el lugar ideal, es la práctica ideal, para hablarnos y decirnos qué queremos y necesitamos para nuestro espíritu.
Namasté.