Los ocho brazos del yoga

Ashtanga es un estilo de yoga que toma su nombre del camino de ocho pasos expuesto por Patanjali en los Yoga Sutras. Ashtanga, en sánscrito, quiere decir “ocho brazos” (Ashtu= ocho; anga= brazos).

Es un sistema de práctica de yoga que fue descubierto hace relativamente poco (en comparación con los muchos años que la Tierra tiene a cuestas), siendo descubierto hace 75 años aproximadamente por los maestros Sri Tirumlai Krishnamacharya y Sri Krishna Patthabi Jois, en donde Sri K. Patthabi Jois fue alumno de Krishnamacharya en la Escuela de Yoga de Mysore en la India.

La descripción de estos ocho pasos se encuentre en los Yoga Sutras escritos por el sabio Patanjali, en donde se describe que el yoga consta de 8 partes, interrelacionadas entre ellas: Yamas, Niyamas, Asanas, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi, descritas brevemente a continuación:

Yamas: Autorrestricciones o normas éticas que nos conducen a entrar en armonía con los principios universales.

Niyamas: Preceptos que describen potencialidades o capacidades que todos poseemos pero que, tal vez, no hemos ejercido o no usamos. Son autodisciplinas que nos ayudarán en el camino hacia la vida acorde a una ley superior.

Asanas: Son posturas físicas que influyen sobre los distintos sistemas que integran al cuerpo; tienden a producir cambios en el cuerpo si se practican correctamente y si se mantienen durante un tiempo prolongado. Tiene como eje la firmeza y la comodidad al permanecer en ellas, manteniendo la atención focalizada en la postura.

Pranayama: Es el control o dominio de las energías a través de la mente; la palabra “prana” quiere decir “energía”. Se lleva a cabo a través de ejercicios respiratorios que regulan la circulación del prana por los canales de energía (nadis).

Pratyahara: Es la abstracción y el control de los sentidos físicos; es retraer la mente para interponer una “barrera” entre ella y los órganos que controlan y median a los sentidos, de manera que se logre un aislamiento. En este contexto, la abstracción no enfoca al individuo en un objeto exterior, sino que envía la atención hacia adentro del mismo.

Dharana: Es la concentración, la cual equivale a una forma de meditación parcial.

Dhyana: Es la meditación profunda, en donde el meditador y el observador se fusionan y se convierten en una misma entidad. A este estado se llega cuando la mente está concentrada por el tiempo que requiera.

Samadhi: Es la expansión y ampliación total de la conciencia, jugando en la cancha del Todo.

En próximos posts estaré ahondando en algunos de estos aspectos, para que no se nos vaya nada, ¡no se los pierdan!

Namasté