¡Hola a todos! No saben el enorme gusto que me da escribir esta entrada del blog; la he pensado muchísimo, pensando en mil maneras en cómo empezarla, cómo escribirla y cómo disfrutar cada paso en este pequeño hito.
Sí: ¡cumplimos un año de creación de este blog de Acacia Yoga! Durante todo este año he querido acercarles un poco los principios del yoga, las asanas, la sanación y desarrollo espiritual, meditación, mindfulness y mi visión sobre cómo todos estos temas han cambiado mi vida.
Recuerdo que a finales del 2019 no sabía lo raro y, a la vez, increíble que iba a ser el 2020 para mí. Si, estamos todavía en medio de una contingencia sanitaria que nos hace desconfiar hasta de nuestros propios familiares pero, al mismo tiempo, hemos logrado crear comunidades por medios que antes pensábamos que no eran indispensables.
En este año, Acacia Yoga pasó de ser un espacio en donde solamente buscaba compartir mi práctica y lo que he ido aprendiendo para quien la quisiera leer para volverse el eje de mi vida y la manera en la que me desempeño en ella. Pasó de ser un blog y el lugar en donde escribía a ser mi inicio en el mundo como maestra de yoga, meditación y mindfulness; me ayudó a darle forma a mis sueños de ayudar a otros y ayudarme a mí.
Hemos superado las 100 entradas y, aún cuando ahora las entradas sean sólo una vez por semana en vez de dos, siento que tengo muchísimo más para escribir. El yoga, la meditación y la sanación energética son tres campos que son muy vastos y de los cuales siempre encontraremos de qué hablar.
Mi vida ha cambiado muchísimo en estos años también: dejé de trabajar en una oficina de gobierno, me quité los tacones y opté por vivir mi vida en un tapete y pensar en que podemos ser mejores humanos. Mi autoestima mejoró enormemente y logré perdonar muchas cosas que traía cargando en la mochila del pasado y que, en gran parte, me habían impedido volver a escribir, actividad que me encanta y me hace muy, pero muy feliz. Hace un año que soy vegetariana; conocí a mi Maestro Dharma, me certifiqué en mis 200h y 500h de Dharma, 30h de Yin y 200h de Ashtanga: mi vida giró y giró hasta acomodarse. Gracias Universo.
Hoy quiero agradecerles a todos ustedes, mis lectores y mis alumnos de las clases regulares de Acacia Yoga, por acompañarme en este camino. Todavía falta mucho por recorrer y mucho por descubrir.
¡A por muchos años más de práctica y amor por la vida!
Seamos receptivos. Namasté.
Te puede interesar:
- ¿Cómo llegué yo al yoga?
- Acacia superando el miedo
- El yoga y la autoestima: creando nuevas percepciones
Enhorabuena, muchas felicidades por la disciplina y por compartir. Que vengan muchos aniversarios más.