¿Porqué se llama Anjaneyasana?
Por la forma en la que se arquea la columna, esta postura es nombrada como de la luna creciente. De igual forma, y de acuerdo a la lingüística, encontré que Anja quiere decir “forma” y neya quiere decir “reducida”.
Esta asana, además de ser ideal para los corredores por los estiramientos que implica, también fortalece los músculos, abre la cadera, tonifica la zona lumbar, abre el pecho, trabaja sobre el chakra corazón (Anahata), libera emociones y expande el pecho y los hombros.
¿Cuál es la manera de entrar a Anjaneyasana?
Para entrar a Anjaneyasana o Kapyasana (en Dharma se le conoce como Kapyasana), nos tenemos que colocar primero sobre nuestras rodillas con las caderas alineadas. Posteriormente pondremos alguna de las dos piernas adelante, colocando el pie en el suelo, alineando la rodilla con el tobillo. Al igual que en los Guerreros I y II, es muy importante tomar en cuenta que la rodilla no debe de sobrepasar al tobillo, así evitaremos lesiones.
Después, dejaremos caer levemente la pelvis hacia el frente, alargamos el torso, llevamos los hombros hacia atrás tratando de que nuestros omóplatos se junten. Con mucha conciencia, y una vez que sintamos estabilidad en la postura, llevaremos nuestros brazos hacia el cielo; una variante es tomar el pie de atrás y doblarlo para generar un mayor reto al balance, tocar la cabeza con el pie o estirar más el tronco del cuerpo hacia atrás para crear un arco más grande con la espalda.
Como habíamos mencionado antes, una de las virtudes de esta postura es que se trabaja la apertura de pecho y el chakra corazón, el cual se encuentra en el canal central de la columna vertebral sobre el pecho y dentro del corazón. Es por ello que esta postura es un ofrecimiento, es una manifestación de que nos abrimos para todo aquello que pueda llegar a presentarse y todo lo aceptamos con amor.
Namasté.