Dharma Yoga 200hrs Life of a Yogi Teacher Training Parte 2

Sri Dharma Mittra

Quiero hacerles saber que el post anterior se lee poco acabado. Probablemente ustedes ya lo hayan notado, pero es que toda la información que mi cerebro, mi espíritu y mi ser entero todavía procesan después de estos 10 días, es mucha y todavía no logro acomodarla. Creo que nunca lo asimilaré por completo.

Todo es perfecto y nada es permanente – Sri Dharma Mittra

Life of a Yogi Teacher Training 200hrs NYC

Todos los que participamos en la para maestros de Dharma Yoga, Life of a Yogi, de 200hrs, no sabíamos plenamente qué esperar de la experiencia. Al final de los días que pasamos juntos, compartimos el hecho de que todos buscábamos – de alguna manera u otra – un crecimiento o un desarrollo espiritual, y que todos habíamos sentido angustia antes de llegar al Dharma Yoga Center de Nueva York.

No todos los participantes buscaban ser maestros de yoga, había muchos que simplemente buscaban ser parte de este proceso de absorción de conocimiento, de conocer a un maestro vivo, a un “maestro de maestros”, profundizar en el conocimiento teórico del yoga, lograr avances en la práctica y, simplemente, vivir el momento. Volamos de todas partes del mundo para coincidir y, ciertamente, el destino nos unió.

Todos los días iniciábamos con ejercicios de pranayama y de meditación, seguidos de varias clases teóricas sobre la filosofía y práctica del yoga, métodos de enseñanza de Dharma Gentle y Dharma I y algunos extras invaluables que únicamente nos irían preparando para el momento en el que saliéramos del capullo que es el Dharma Yoga Center, de ese espacio seguro en donde reina el amor y la compasión por todos los seres vivos.

Hubo algo que, en definitiva, nos unió a todos: el amor por el mundo y la profunda admiración por Sri Dharma Mittra y sus más de cincuenta años de dedicación al espíritu. El problema – ojalá todos los problemas fueran así – fue que uno se acostumbra a estar en la presencia de un ser iluminado y su contacto con lo superior tiende a parecer normal cuando, en realidad, es una experiencia excepcional. Todos tuvimos momentos importantes, todos tuvimos vivencias en nuestra vida, recuerdos de nuestro hogar y de nuestro entorno, que fueron encontrando su camino en el destino, en la gran historia que nos contamos, todo a partir de una guía que probablemente no sabíamos que necesitábamos.

Cuando estás en silencio, ves todo con amor – Sri Dharma Mittra

En mi caso, aprendí a lidiar con muchos de mis miedos: los puse todos en frente y los fui viendo a los ojos uno por uno (esto no quiere decir que ya los conquisté todos). Abordé el tema de pararme de cabeza sin miedo a caerme, abordé el tema de ya no querer repetirme a diario que no soy suficiente o que no soy suficientemente buena para una clase, me repetí que yo soy amor y doy amor, atendí mi ansiedad social al pararme en la entrada para saludar a todos los que entraban, aún cuando no todos vinieran en el mejor de los humores, ofrecí dos clases en un idioma que no fue el mío y aprendí a pensar pensando en otros. Todo esto lo ofrezco ahora al universo, mucho amor.

Seamos receptivos. Namasté.

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