Los Yamas

Uno de los principios fundamentales del yoga (para ver la entrada sobre las ocho ramas, da clic aquí) son los llamados Yamas y su complemento, los Niyamas, los cuales fueron descritos – principalmente – en los Yoga Sutras del sabio Patanjali.

¿Qué son los Yamas?

Los Yamas son un poco como las reglas morales que los yoguis deben de seguir. Son principios positivos que nos ayudan a comprender el yoga y a seguir el sendero de la mejor manera posible (en lo personal, trato de evitar el calificativo “correcto” para este caso). No son principios religiosos sino que son guías que nos conllevarán beneficios en nuestra vida diaria, además de en nuestra práctica personal de yoga, todo con la base de la honestidad, la conciencia y el buen juicio.

¿Cuáles son los Yamas?

Estas reglas éticas son cinco en total:

1. Ahimsa: No violencia o no causar ningún daño a otro ser vivo o a uno mismo. La violencia en este contexto no es únicamente la fuerza bruta o física, sino también los pensamientos, palabras y acciones dañinos o rudos, respondiendo a la violencia con no violencia. Lo que en realidad está en el fondo de este Yama es el gran respeto por la vida, desarrollando sensibilidad y experimentando el amor incondicional por todos los seres.
2. Satya: Veracidad o no falsedad. En muchos lugares también es interpretado como un amor por la verdad (nuestra verdad, la verdad) para vivir y relacionarnos con los demás y con nosotros de la manera más sincera posible, quitándonos de máscaras y apariencias que sólo nos brindan ilusiones. Este amor por la verdad no sólo busca librarnos, sino hacernos más coherentes en nuestra esencia, siendo honestos con nosotros y con los demás.
3. Asteya: No robar o la libertad de la avaricia y deseos de posesión. No tratar de que las cosas sucedan cuando aún no están en su momento, forzar las cosas o los procesos.  No cediendo al deseo de lo que no nos pertenece logramos no atribuirnos ideas, ni apropiarnos de objetos o pensamientos o emociones de otros. Inherentemente, Asteya implica el respeto por los demás, por su espacio y por su tiempo.
4. Brahmacharya: Fidelidad y el control de los placeres, regular la energía para sobreponerse al deseo. Este Yama va mucho de la mano de tomar el control de nosotros y de las situaciones de manera consciente. Unión del alma y del ser mediante la acción. La moderación que implica Brahmacharya nos acerca a nuestra verdadera esencia espiritual y a fluir con el universo.
5. Aparigraha: No avaricia y no posesividad. Este Yama implica el desapego de todo, de las personas, de las cosas, de los lugares, de nosotros mismos y de nuestro entorno. Implica el desprendimiento de lo que nos imaginamos o creemos que somos y que en realidad pudiera – o no – ser una ilusión del cambio. La generosidad y el servicio implícitos en Aparigraha nos ayudan a comprender el valor del Ser contra el tener.

Los invito a meditar y a pensar en estos ejes rectores que guían, no sólo al yoga, sino a la vida y que nos ayudan a ser más humanos, más comprensivos y disciplinados. Pensemos en cuáles son nuestros principios rectores y en cómo los aplicamos en nuestra vida diaria.

Namasté.