Otra de las posturas de yoga que me gustan más es la postura del bailarín o del señor de la danza, Natarajasana en sánscrito.
Su nombre proviene de la palabra Nataraja, que hace referencia a la danza que realiza el dios Shiva al principio de cada ciclo de creación. Es una de las imágenes más representativas del arte y la mitología hinduista y representa un baile destructor, preservador y creador del universo.
Encontré esta fuente, la cual me gusta porque dice que “en medio del caos, del movimiento, del cambio, dentro de su propia danza frenética, Nataraja se encuentra suspendido en perfecto equilibrio, subyugando al demonio de la ignorancia con una expresión de calma dibujada en su rostro”
Siendo una postura no tan fácil, existen distintas variaciones para poder llegar a su mayor expresión. Lo que sí es que es una postura que se realiza de pie y requiere una extensión de la columna hacia atrás (backbend), por lo que es una asana de flexibilidad y equilibrio.
¿Cómo entramos a Natarajasana?
En primer lugar, nos colocamos en la postura de la montaña, Tadasana, con los pies juntos y los brazos a los costados del cuerpo. Gradualmente pasamos el peso del cuerpo al pie derecho, flexionando la rodilla izquierda hacia atrás, acercando el pie hacia el glúteo.
Para una primera variación, y la más sencilla, tomaremos la parte exterior del pie izquierdo con la mano izquierda, llevando el brazo hacia atrás. Una vez dominada esta parte, levantamos la pierna izquierda hacia arriba y hacia atrás, manteniendo el torso lo más erguido posible. El brazo derecho, se extiende al frente, formando un equilibrio con el resto del cuerpo.
Existen dos fuerzas que jalan al cuerpo en esta postura, una fuerza que va hacia el piso a través de la pierna que está estirada, y una segunda que nos hace estirarnos hacia arriba, el pubis se empuja hacia el ombligo.
En la versión más avanzada de Natarajasana, en vez de tomar el pie por debajo, lo que procederemos a hacer es levantar el brazo derecho por detrás de la cabeza y tomar la zona interior del pie con la mano derecha, esto también se puede hacer con la ayuda de una correa o cinta. Sólo restaría, así, cambiar de mano para tomar el pie izquierdo con la mano izquierda. Para mayor complejidad, se puede intentar tomar el pie con ambas manos.
¿Cuáles son los beneficios de Natarajasana?
Además de equilibrio, esta postura es de paciencia y mucho amor a uno mismo. Entre sus muchos beneficios se encuentran el estirar los hombros y el pecho, los muslos, las ingles y el abdomen, mejorar el equilibrio, trabajar el centro, fortalecer las piernas y los tobillos, expandir la caja torácica y fortalecer el sistema nervioso.
Les invito a conocer y experimentar la postura, ya sea en casa o con la guía de un maestro, siempre tomando en cuenta que hay que realizarla de manera consciente y amorosa, de forma que conozcamos nuestras limitaciones y, poco poco, ir conquistando nuestros miedos.
Namasté.