Transforma tus emociones con yoga

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Normalmente cuando pensamos en la práctica de yoga, lo que nos viene a la mente son las posturas y la parte física del movimiento del cuerpo; sin embargo, existe todo un componente emocional y espiritual de fondo que es muy importante abordar.

 

En el yoga existen actividades del corazón (las emociones) y actividades de la mente (los pensamientos), no hay manera de disociar a nuestro cuerpo y a nuestra vida de estas dos, digamos que, en alguna manera u otra, jugarán algún papel importante en nuestra toma de decisiones y en la forma en la que conducimos nuestra vida.

 

¿Qué hacemos si nos encontramos con una emoción fuerte en nuestra práctica de yoga?

 

La dejamos fluir, pasar y que se exprese, ese es mi consejo. La realidad es que las emociones fuertes tienden a sacarnos de nuestro balance y nos hacen gastar más energía vital (prana) y no son las que nos gustaría encontrarnos en nuestra práctica, sin embargo, son las que van a ser más evidentes en el momento de depurar lo que tenemos dentro.

 

La buena noticia es que estas emociones se pueden transformar. ¡Si! Obviamente esto no es de la noche a la mañana, sino que es un proceso para cambiar al dolor en amor y al odio y al enojo en paz. Implica vernos de frente, afrontar nuestras emociones y trabajarlas, dentro y fuera de nuestro tapete.

 

¿Cómo nos puede ayudar el yoga a transformara emociones?

 

El yoga, en sí, es una excelente herramienta de introspección, meditación y control del cuerpo que puede ayudarnos a transformar estados emocionales de una manera casi alquímica. De entrada, nos ayuda a regresar a la calma y a la estabilidad, asumiendo que todo es perfecto y que nada es permanente; nos ayuda a ser más compasivos con nosotros mismos y nuestra mente.

 

Algunos de los elementos que ayudan a controlar las emociones en el yoga y a transformarlas son la relajación, la meditación, la intención o el sankalpa, el uso de afirmaciones positivas y, simplemente, observar nuestro pensamiento sin juzgarlo.

 

Una pequeña reflexión adicional

 

A mí, en lo personal, me pasa muchas veces que en mi tapete encuentro las emociones que tengo bloqueadas o que quiero tapar; es casi un complemento terapéutico al trabajo que realizo semana con semana para estar bien mental y emocionalmente. Si, sobre todo en la práctica de Dharma, me ha pasado que llego a un punto de conmoverme en las aperturas de pecho y corazón y, algunos días después, lloro mucho y me doy ese chance.

 

Lo que les quiero invitar con la entrada del día de hoy es que en su práctica de yoga le den una oportunidad a su tapete de que funcione como espejo, trabajemos juntos nuestras emociones y aprovechemos para liberar lo que está atrapado. ¿Todavía no practicas yoga? Con más razón, te invito a que lo intentes: para que encuentres más y más beneficios.

 

Seamos receptivos. Namasté.

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