Vrksasana o postura del árbol

vrksasana tree pose

La postura del árbol, Vrksasana en sánscrito, es una de las posturas más bonitas que conozco ya que implica mucha imaginación de nuestra parte para ver nuestras raíces, a nosotros mismos como árboles, así como nuestro tronco y nuestras ramas.

 

¿Cuál es el chiste de Vrksasana?

 

Vrksasana o la postura del árbol es una asana que involucra mucho trabajo de equilibrio ya que nos mantenemos en pie con una sola pierna, de forma que nos permitirá hacer un ejercicio de concentración y de centrarnos en el momento presente.

 

Beneficios de Vrksasana

 

La postura del árbol nos sirve para muchas cosas en esta vida. En primer lugar nos funciona como una “medidor” de nuestro estado mental, para ver qué tan centrados estamos en el momento en el que entramos a la postura, también funciona para fortalecer los muslos, las pantorrillas, los tobillos y la columna vertebral; estira las ingles, el pecho y los hombros, alivia la ciática y reduce los pies planos; corrige la postura y, además ayuda mucho en el proceso de apertura de cadera.

 

¿Cómo entramos a Vrksasana?

 

Para entrar a esta postura, nos mantenemos sobre un solo pie, con la pierna estirada, mientras que la otra se dobla, de manera que la planta del pie queda “recargada” sobre el muslo interno o, bien, sobre la parte interna de la pantorrilla, mejor dicho el gemelo (dependiendo del nivel de dificultad que le queramos dar a la postura), los brazos puedes ir en postura de oración al centro del pecho o también pueden ir estirados hacia arriba sobre la cabeza, como si fueran nuestras ramas. En todo momento la mirada está fija al frente y nuestra respiración es calmada y centrada. Es importante realizarla de los dos lados, para que ejercitemos el equilibrio en ambos lados del cuerpo.

 

Al igual que en este post, quisiera invitarlos a probar esta postura de yoga, no solamente por el equilibrio que necesitemos trabajar en nuestras vidas, sino por imitar a los árboles, a fluir con el viento y a no quebrarnos ante la calamidad. Encontrar la fuerza en nuestro tronco y el movimiento en nuestras ramas.

 

Seamos receptivos. Namasté.

 

 

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