6 razones por las que el yoga es para todos

yoga para todos

Aún desde antes de que decidiera dedicarme al yoga y a la espiritualidad, cada vez que mencionaba el hecho de que tomaba 2 o más clases de yoga al día suscitaba una reacción bastante común en la mayoría de la gente: “¡Qué bien! Yo lo haría pero no soy buena para eso”.

¿Es esto cierto o el yoga es para todos?

Antes de llegar a la conclusión de esta entrada, les voy a adelantar que el yoga SÍ es para todos, aún cuando no tengamos “la condición física” que pensamos que debemos de tener.

Les aseguro que, cuando yo empecé a practicar, mi Hanumanasana no llegaba hasta el piso y, definitivamente, no me podía poner los pies en la cabeza; han pasado meses y años y ahora tengo una práctica distinta que se ha logrado con dedicación. Uno no empieza siendo flexible, fuerte y equilibrado.

Aquí van mis seis razones para que no tengas más excusas y empieces a hacer yoga:

  1. Hay niveles para todos y distintos tipos de clases de yoga.

Si nunca has practicado yoga, puedes iniciar en una clase para principiantes o, si de plano lo tuyo no es pararte de cabeza y hacer como si fueras un pretzel, siempre existen las clases de yoga restaurativo que usan props para ayudar a gente con lesiones o movilidad limitada.

El yoga es algo que va avanzando contigo y que se va adaptando a tu práctica. Aún cuando pueda ya hacer varias cosas avanzadas, yo no he dejado de ir a clases “suaves” o restaurativas por el hecho de que las considero un regalo para mi cuerpo y mi mente y un descanso en mi práctica.

  1. El propósito del yoga no es la competencia ni el juicio.

La única competencia que tendrás – realmente – serás tú mismo y eso depende de que tanto lo quieras ver así. Cuando entras a un salón de yoga, nadie te está juzgando ni se van a reír de que no puedas doblarte mucho en la primera clase. Todos ellos fueron principiantes y lo más seguro es que estarán muy contentos de tener a un nuevo adepto al yoga en las clases.

  1. Es una de las mejores formas de conectar con uno mismo.

Como le he puesto en varias entradas, el yoga es una de las disciplinas que, no sólo te ayuda a conectar con tu respiración, sino con un aspecto espiritual, físico y mental, entrar a un estado meditativo. Esto lo pueden hacer todos.

  1. En el yoga se adquieren la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio.

Tal como lo mencioné al principio, nadie llegó a su primera clase de yoga sabiéndolo todo ni pudiendo hacer lo que vemos en las cuentas de Instagram como fotos perfectas. Las primeras veces seguro te caerás y te costará un poco más de trabajo, pero después le encontrarás la gracia y lo divertido que son las clases que terminan – además – con una relajación para tu cuerpo.

  1. Se puede llevar a todos lados: sólo necesitas un tapete.

Eso sí, es una disciplina que, si quieres, no le tienes que invertir muchísimo dinero en tu equipo. Lo más caro sería el tapete y los hay de distintos precios, colores, materiales y texturas. Con el tiempo yo he desarrollado un ojo para saber qué tapete me va a funcionar bien, así como qué ropa me gusta tener en clase y me resulta cómoda para practicar, esto también lo irás desarrollando: no tienes que comprar zapatos especiales ni nada más que no sea el tapete (tal vez un prop o dos, pero en restaurativo te los prestan).

  1. Se considera de “bajo impacto” y lo puedes practicar el resto de tu vida.

Una de las grandes virtudes del yoga es que igual que hay yoga para niños, es una práctica que pueden llevar a cabo los adultos mayores, en otras palabras, es una disciplina que te acompañará toda tu vida y que, si la realizas bien, no te debería de generar ningún contratiempo en tu salud como daño en las rodillas, en la cadera, etcétera. Mi prueba más grande es el caso de Sri Dharma Mittra que, a los 81 años, sigue dando horas y horas de clase de corrido y parándose de cabeza.

Existen miles de razones más que pudiera yo enumerar pero la entrada se haría eterna. Lo que quiero decirles es que si van a empezar a practicar yoga – ojalá lo hagan – véanlo como una actividad recreativa y divertida: es eso, nada más. Tiene su parte espiritual porque sino sería solamente gimnasia, pero aún así tiene una dimensión extra que nos ayuda a seguirle encontrando virtudes.

Seamos receptivos. Namasté.

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