¡El yoga también es para tí!

¿Alguna vez has visto un vídeo o foto de alguien practicando yoga y dice “Uf, seguro comió ligas, yo nunca podría hacer eso”? ¿Te ha sucedido que quieres empezar alguna actividad física y el yoga lo descartas “porque no eres bueno para eso”? Si es así, sigue leyendo porque te tengo buenas noticias.

 

Cuando yo me inicié en el camino del yoga yo sabía que quería tener una actividad adicional a mi trabajo y que no fuera estar frente a una computadora viendo una serie de televisión sin atención consciente. También sabía que quería desestresarme y que quería aprender a llevar una vida más saludable y, al día de hoy, creo que lo estoy logrando.

 

Algunos años después, sigo conociendo mejores y nuevas facetas de mí, como persona y como practicante de yoga. Te comparto un ejemplo: anteayer regresé a tomar clases virtuales en el Dharma Yoga Center de Nueva York como preparación a mi certificación de 500 horas como maestra de ese tipo de yoga. De las tres clases que tomé, la última fue una que utiliza una rueda como apoyo para todas las posturas; lo mejor que me pudo haber pasado fue que logré llegar a Bakasana, una postura que para mí era imposible antes y ahora lo logré con un apoyo y con una clase virtual. Pasos pequeños, logros grandes para la vida diaria.

 

Cómo lo mencioné en varias de mis entradas, el yoga es para todos. ¡En serio! Existen clases para todos los niveles y para todos los gustos. Hoy te quiero invitar a mis clases, las cuales se dan en línea de lunes a viernes en estos horarios; si no tienes oportunidad de estar en vivo pero quieres ver qué puede pasar, ¡me comprometo a mandarte las clases a tu correo electrónico para que las realices en la comodidad de tu casa! También, tu primera clase es gratis, para que veas si te gusta o no y después decidas si quisieras unirte a la comunidad de practicantes.

 

Lo único que necesitas son las ganas, tu disposición y un tapete de yoga, no necesitas más. Como le digo a mis alumnos en las clases: tu cuerpo irá reconociendo el movimiento y las posturas las podrás hacer poco a poco, todo es un proceso y, sobre todo, todo es perfecto y nada es permanente.

 

En mis clases aprendemos a movernos con mucha paciencia hacia nuestra propia transformación; ningún yogi (al menos que yo sepa) llegó a su primera clase sabiendo hacer todo. Aquí vamos, paso a paso, construyendo tu práctica para que, de una clase a otra, puedas notar avances en tu cuerpo, en tu mente y en tu espíritu: un paso más en el camino.

 

¡Anímate a conocer lo que el yoga puede hacer por ti! ¡Nos vemos en la clase!

 

Seamos receptivos. Namasté.