En este blog hemos visto varias posturas que tienen por objeto la apertura de cadera; a mi parecer, Hanumanasana, postura del Mono, es una de las que lleva este movimiento corporal hasta el extremo.
¿Qué es Hanumanasana y qué quiere decir su nombre?
Su nombre deriva de Hanuman, el dios mono del hinduismo, aludiendo a los grandes saltos que realizaba para poder llegar y servir a su maestro Rama.
Si lo vemos objetivamente, Hanumanasana es un split al frente, y pudiera ser un acto netamente gimnástico si le quitamos la parte devocional. Por ello, me gustaría recordarles la importancia de ver más allá de la postura: pensar en Hanumanasana cómo esa oportunidad y capacidad de vencer obstáculos y de perseverar en la consecución de lo que anhelamos. Démosle nosotros un significado personal a nuestras posturas.
¿Cómo entramos a Hanumanasana?
Para entrar a Hanumanasana, debemos empezar con las rodillas en el suelo. Después daremos un paso al frente con la pierna derecha, llevamos las manos como apoyo al suelo, y estiramos esa misma pierna hasta que la pantorrilla toque el suelo.
Posteriormente, deslizaremos la pierna izquierda hacia atrás, con los dedos estirados hacia atrás hasta que nuestro muslo toque el suelo. Con mucho cuidado – y sin forzar – vamos a empujar la cadera hacia abajo y hacia el suelo con ambas piernas estiradas.
Es una postura que pudiera parecer algo imponente, sin embargo, les invito a utilizar apoyos como bloques o cobijas al principio para “dar altura” y que no duele tanto. Esto lo podemos hacer en lo que nuestro cuerpo de habitúa y logramos llegar a la postura completa.
Si nuestra cadera ya llegó al piso – o casi – podemos llevar nuestras manos en postura de rezo al centro del pecho o podemos subirlos encima de la cabeza, como lo muestro en mi foto (un día en el que fui muy feliz entrando a Hanumanasana, por cierto). Después de 10 respiraciones, cambiamos de lado y ponemos la pierna izquierda por delante y la derecha estirada atrás.
¿Qué beneficios tiene Hanumanasana?
En primer lugar, esta postura nos ayuda a estirar profundamente las dos caras de nuestros muslos; también nos incita a la calma, ayuda al trabajo del aparato digestivo y fortalece el abdomen, nos hace más fuertes y más flexibles, estimula el primer y cuarto chakra, entre muchas otras cosas.
Si van a intentar esta postura, les invito a hacerlo con mucha conciencia sobre su cuerpo y que lo puedan ir escuchando en cada momento. Si bien es hermosa la idea de que Hanumanasana nos invita a pensar en que tenemos un potencial ilimitado y podemos saltar de la India a Sri Lanka como lo hizo Hanuman para rescatar a Sita, siempre tenemos que intentar no lastimarnos en el proceso.
Es una reflexión. Nada más.
Seamos receptivos. Namasté.
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