Matsyasana o Postura del Pez

Matsyasana

En esta ocasión quisiera escribirles sobre una de las posturas que considero más importantes – y no sólo bonita – de las series de yoga: Matsyasana o la Postura del Pez. Su belleza, para mí, recae principalmente en el grado de apertura de pecho y del chakra corazón que nos hace estar enteramente a la disposición del Universo y del todo.

¿Qué es Matsyasana?

Esencialmente, Matsyasana es una postura de arco con la espalda y de apertura de pecho muy fácil de hacer. Tiene diferentes variantes, dependiendo del nivel de flexibilidad que quieras alcanzas o, bien, si deseas incorporar una flor de loto con tus piernas en Padmasana.

Según B. K. S. Iyengar, se llama así esta postura por Matsya, el Pez, el cual es una de las encarnaciones de Vishnú, el cual salvó a los Vedas de una gran inundación.

¿Cómo entramos a Matsyasana?

Primero, debemos de estar acostados boca arriba sobre nuestro tapete, con los brazos estirados y separados un poco de nuestro torso; las piernas están estiradas y juntas.

En una primera versión, nos vamos a sentar sobre nuestras manos con las palmas contra el tapete, los brazos siguen estirados. Ya es esta posición, vamos a subir nuestro pecho hacia el cielo, como si un hilo nos jalara hacia arriba, mientras las piernas siguen en contacto con el tapete, lo mismo los antebrazos. La cabeza la dejamos colgar hacia atrás, de manera que el tope de la cabeza toque el piso.

¿Cuál es el chiste energético de Matsyasana?

La idea de Matsyasana recae en estar enfocando nuestra mirada, todo el tiempo, en nuestro entrecejo o tercer ojo en lo que estamos en la postura; de igual manera debemos de respirar todo el tiempo con mucha atención para que no sea una postura tensa, sino que nos ayude a encontrar alternativas de bienestar.

¿Cuáles son los beneficios de Matsyasana?

Existen varios, señalaré los más importantes: Lo más importante (y tal vez obvio) es que estiras y ejercitas los músculos de tu cuello; también hay una apertura de pecho muy importante por lo que aumenta tu capacidad pulmonar – y yo añadiría tu capacidad de amar -, estiras la espalda, mejoras tu postura y activas tu chakra de la garganta y del corazón.

Salvo que tengan algún problema de espalda o que les duela la cabeza, les recomiendo muchísimo intentar esta postura, es una gran forma de comenzar a ver las cosas “al revés” y de tener una idea de porque las asanas llevan nombres de animales, uno puede percibir un poco la respiración del pez estando en esta postura.

Seamos receptivos. Namasté.

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