Dejando de lado al Guerrero Invertido y al Guerrero Humilde, Virabhadrasana III – o Postura del Guerrero III – es la última dentro de la serie que de las Posturas del Guerrero (si te las perdiste, échale un ojo a las entradas sobre el Guerrero I y el Guerrero II). Es una asana muy dinámica y, en cierto punto, retadora, debido a que requiere de equilibrio, fuerza, concentración y de mucha estabilidad a lo largo del cuerpo.
Es una postura de pie que se realiza de manera muy dinámica e integra todos los músculos del core, el centro, los brazos, las piernas y los glúteos. También es una postura muy bonita ya que puede tener una serie de variaciones dependiendo del mudra que queramos integrar en su ejecución.
¿Cómo entramos a Virabhadrasana III?
La postura inicia en la postura del a montaña (Tadasana), con los brazos a los costados del cuerpo y los pies ligeramente separados por la cadera. El pie izquierdo gira a 90 grados, de manera que los dedos apuntan al lado más largo del tapete; aquí la pelvis y el torso ven hacia el mismo lado que los dedos del pie izquierdo.
Después, dobla la rodilla izquierda sobre el tobillo izquierdo para que la espinilla quede perpendicular al suelo; Levanta los brazos por encima de la cabeza con las palmas de las manos viéndose entre sí. Apoya tu peso en el pie izquierdo y levanta la pierna derecha del suelo, a medida que el torso baja de forma paralela al piso y los brazos, ahora, se extienden hacia adelante. Estira la rodilla que tienes abajo, levantando los brazos, ligeramente el torso, la cadera y la pierna que se encuentra arriba: si sientes que caes, no importa, lo vuelves a intentar. Levanta ligeramente la cabeza y mira hacia el suelo por delante de la línea de tus ojos sin comprimir o aplastar las cervicales.
Al término, exhalamos para bajar el piso al suelo y caer con gracia en un Guerrero I. Las variaciones mencionaba recaen en la postura del brazos, los cuales pueden ir hacia atrás cómo si voláramos; estirados hacia atrás con las palmas hacia arriba; en postura de rezo al centro del pecho o extendidas hacia adelante, como una flecha, entre otras formas.
¿Qué beneficios tiene Virabhadrasana III?
Virabhadrasana II o el Guerrero II desarrollan – por donde le veamos – fuerza interior, exterior, estabilidad y concentración en el practicante. Esta asana tonifica y fortalece los músculos, principalmente las piernas, las caderas y la espalda – sin dejar de lado los hombros, los isquiotibiales, las pantorrillas, los tobillos y el abdomen. También aumenta la concentración y la memoria, mejora el equilibrio, la flexibilidad y nos enseña a tener una mejor coordinación y paciencia con la situación lo amerita.
Namasté.