Hoy cerramos con broche de oro el año 2020, un año muy extraño pero con muchos momentos de crecimiento, muchos de los cuales no fueron fáciles, pero todos ellos dejaron una huella. No sólo fue el primer año de Acacia, sino que también ha sido el año en el que Acacia, como persona ha tenido más cambios para bien.
Para este último #LunesdeAhimsa del mítico año 2020, les quiero compartir una entrevista con una persona muy especial a la cual describo como uno de mis salvavidas en este año tan turbulento. Ana Marcela Jiménez es una extraordinaria mujer que ha ayudado a muchas y muchos otros a través de terapia y acompañamiento en el trabajo interno, a ayudarles a conocerse más y mejor y, sobre todo, a quererse y apreciarse cómo son.
Ana Marcela es una de esas personas a las cuales agradezco al Universo el haberlas puesto en mi camino, te invito a que la conozcas: ¡vibremos con ella!
Cuéntanos un poco de ti, ¡nos encantaría conocerte!
¡Mucho gusto hablarles! Como ven, me llamo Ana, Ana Marcela Jiménez, soy colombiana de nacimiento y ciudadana del mundo por mi deseo de continuar explorando este planeta.
De profesión, psicóloga de la Universidad de San Buenaventura de Medellín, Colombia y actualmente me encuentro estudiando mi maestría en Psicología Sistémica en el Instituto CUDEC de Mexico.
En este momento me encuentro en la ciudad de Playa del Carmen, vengo a menudo y disfruto mucho de la vida cerca del mar, lo considero un gran privilegio, aunque también tengo mi lado bien citadino, me gusta vivir este ritmo un poco más lento y pausado que proponen las olas del mar y el caluroso sol.
¿Cómo llegaste al camino de ayudar a otros?
Bueno, cada vez que lo pienso siempre vienen a mi las palabras “Yo lo necesitaba”, pero cuando decidí estudiar la licenciatura no tenía la conciencia de ello.
Llegué a este camino porque inicialmente tenía un deseo inmenso por obtener respuestas ante el por qué y el para qué de los acontecimientos que había vivido en mi infancia con mi madre. Me urgía sanarlo, crecer a partir de esas vivencias, perdonar y superarlas, pero no sabía bien cómo hacerlo. Dicen, incluso, que muchos quienes nos paramos frente a otros a ofrecer nuestra mano como apoyo, lo hacemos porque inicialmente éramos nosotros quienes más lo necesitábamos.
Además, estudiar la carrera es solo una parte, luego viene el momento de decidir si se va a ejercer o no, cosa que estuve dudando por algunos años luego de haber obtenido mi título, quería enfocarme en mi sanación y crecimiento personal para luego poder estar frente a una persona y hablar desde la coherencia de haber vivido un proceso de acompañamiento terapéutico primero.
Cuéntanos de los talleres que impartes para apoyar a mujeres, ¿De qué trata tu taller Awaken The Goddesses Within y qué podemos sacar de este curso?
Acá, vuelvo al concepto de coherencia. Pensando en mi ser mujer y en la decisión de trabajar en mi, no solo como ser humano, sino también en este particular aspecto de mi ser, el femenino; la MUJER en la actualidad. Llegué al encuentro con varios de los grandes libros que nos sirven como guías a la mujer del hoy y uno de ellos fue el de Las Diosas de Cada Mujer, de la autora Jean Shinoda Bolen y su trabajo sobre la psique femenina junto con los hallazgos en su práctica terapéutica en los años 70 en U.S.A.
A partir de esta y otras lecturas y de la propia vivencia; de sentir que esta información sobre los arquetipos de las diosas femeninas que nos mueven a las mujeres son tan fáciles de identificar, revisar y entender y que por ende, el conocimiento de mi misma pudo ser ampliado de una manera tan fácil, me llevó a pensar que tal vez otras mujeres podrían verse muy beneficiadas de esta información y que si yo encontraba modos de compartirla de una manera amena, digerible y familiar, ellas podrían darse la oportunidad de verse desde otra perspectiva, entender que no están solas y que muchas otras comparten historias y heridas similares y que juntas nos podemos ayudar a sanar.
Puedes recibir información que te ayude a que ciertos aspectos de tu forma de ser que no comprendes, tomen más sentido. Igualmente podrás comprender mejor a las mujeres que te rodean y que ello te facilite las interacciones con aquellas con quienes tal vez sientas que no sabes qué hacer o cómo llevar la relación. Todo lo anterior se traduce en: una mejor relación contigo misma, con tu madre, con tu hermana, junto con la (posible) llegada la comprensión, el perdón y la reconciliación.
¿Has tenido alguna experiencia espiritual que te haya cambiado la vida? Cuéntanos cómo te cambió y qué sentimientos o emociones despertó en ti.
Me tomé un buen tiempo pensando en esta pregunta y en conclusión, no hay una sola experiencia a la que pueda señalar.
Siento que en este momento de mi vida la contemplación es el medio a través del cual he logrado los mayores cambios a nivel personal, porque para mi es lo que hace la diferencia.
Pienso que puedo vivir muchas experiencias con diferentes tintes y que la trascendencia viene cuando yo decido aprender de ese instante. Como puedo hacer uno, dos, tres Vipassanas y no aprender nada espiritual, así mismo puedo sentarme a ver un perro callejero pasar o ver un ave en una jaula y pensar: en mi humanidad, en su existencia, en cómo estamos entrelazados, en mi responsabilidad con los demás seres y llevar a mi espíritu a vivir profundos instantes de conexión. Así es cómo vivo mi espiritualidad hoy en día y la manera en qué encuentro crecimiento.
Tal vez ello cambie en un futuro, sin embargo así vivo mi espiritualidad en este “aquí y ahora”
¿Qué es lo más amoroso que has hecho por ti y por tu desarrollo personal?
Asistir a terapia y MANTENERME allí, porque una cosa es iniciar el proceso y otra muy distinta el continuarlo. Casi nadie lo dice, pero es un proceso confrontador y retador y por eso muchos son los que lo comienzan y pocos los que lo terminan.
Sin embargo la cantidad y calidad de crecimiento que ha alcanzado hasta el momento ha sido inigualable. Me he conocido, he asumido mi historia, mi pasado, las decisiones que me trajeron a ser la persona que soy ahora. El modo de ver a los demás, de amarme, de amar a otros, se lo debo a mi proceso personal y al empeño que he puesto en llevar relaciones sanas, enriquecedoras y nutridoras.
¿Qué te gustaría decirle a las mujeres y hombres que leen este blog y que comienzan su viaje hacia adentro? ¿En dónde te pueden encontrar nuestros lectores?
Les digo lo mismo que le digo a mis pacientes: “Tu mereces amor, todo el amor que puedas darte, así que permítetelo sentir y vibrar en ti”
Me pueden encontrar en el número de WhatsApp +573166229770.
Millones de gracias querida Ana por tus palabras y por tu tiempo. Te felicito por la hermosa labor que haces todos los días.
Les deseo a todos un hermoso inicio de 2021, ¡qué sigamos encontrando razones para darnos amor!
Seamos receptivos. Namasté.
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