Kirtan: cantando desde nuestro corazón

Kirtan

Escribo esta entrada desde la siguiente experiencia: mi ventana da hacia la cocina de mi vecino, quien debe pensar que estoy loca o que soy muy rara porque canto mucho en sánscrito. Y más que cantar en sánscrito, escucho muchas canciones e himnos grabados y participo de Kirtan en línea (gracias pandemia).

 

Pero, a todo esto, ¿qué es el Kirtan?

 

El Kirtan no es sólo un canto devocional, es también una técnica de meditación que combina la música y el yoga, ayudándonos a alcanzar un estado de conciencia distinto. Cuando hablamos del Kirtan, vemos un canto en sánscrito con mantras y cuya base es el Bhakti Yoga, o el yoga de la devoción, por eso me gusta decir que cantamos desde nuestro corazón.

 

¿En qué consiste el Kirtan?

 

Como muchos de los aspectos en la práctica del yoga, el Kirtan nació aproximadamente hace 2500 años en la India, como una manera de entrar en comunión con la Divinidad.

 

La creencia principal es que cuando cantamos las palabras en sánscrito, estas producen una vibración especial en el cuerpo, la cual actúa sobre la mente y el espíritu; esta creencia predomina todavía hoy.

 

Una sesión de Kirtan dura entre, aproximadamente, 30 minutos a una hora y, conforme evolucionan las canciones, la velocidad irá aumentando junto con el volumen de los instrumentos y las voces, haciendo la práctica meditativa cada vez más potente y profunda y, eventualmente, se desvanece en el silencio de la paz mental.

 

Algunos ejemplos de Kirtan

 

En esta vida he sido bendecida con poder experimentar el Kirtan de primera mano en el Dharma Yoga Center en Nueva York, con los cantos en sánscrito y el uso de instrumentos como el harmonium. Si a ustedes les llegara a interesar escuchar algunas de las grabaciones más famosas, les recomiendo se acerquen a la música de Krishna Das (¡Mi favorito!), con quien particularmente me he conectado con las versiones musicalizadas del Mahamantra, el canto Shri Hanuman Chaleesa y – ahora más que nunca – el canto Sri Argala Stotram.

 

Cada una de las canciones de Kirtan que he escuchado han movido emociones distintas en mí, muchas de ellas me llenan de amor y me llevan a las lágrimas necesarias en ese momento. Le ofrezco mi corazón al Universo, sin expectativas, sin esperar nada a cambio.

 

¿Conocías el Kirtan? ¿Has experimentado algo en esta práctica? ¡Compártenos en los comentarios!

 

Seamos receptivos. Namasté.

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