Lo que 2 años de meditación me han enseñado

2 años meditando

Ok. Mi cuenta de Headspace dice que llevo 445 días meditando de corrido, lo cual quiere decir que, si contáramos las veces que intenté llegar al año y se me fue un día, llevo más de dos años desde que empecé a andar en el mágico camino de la meditación.

Esta entrada tiene planeada ser un poco más personal de lo que normalmente escribo, así que les pido me aguanten por si llegara a leerse un poco desordenada, así es como está de repente la mente y la vida.

Hace dos años mi vida era otra, no sólo porque no meditaba, sino porque tampoco hacía yoga y estaba enfrascada en quererle arreglar la vida a todo mundo (y cuando esto no sucedía era terriblemente frustrante) y ser perfecta. Hubo un día, después del ataque de pánico mil ocho mil en mi oficina, llorando desconsolada en una esquina del piso, que me decidí a buscar algo en mi celular que me ayudara a encontrar un poco de calma en esos momentos en donde todo se caía a pedazos, y fue cuando encontré la meditación a través de Headspace.

Si bien ya he hablado de esta app en mi entrada sobre las tres mejores apps para meditar, quiero decirles que el hecho de haber tenido un primer momento para detener al mundo cambió mi vida por completo. Me di cuenta de que histeria no era un estado que quisiera yo tener diario o que requiriera para sentirme productiva, empecé a tomar mejores decisiones con mi vida y empecé a estar mucho más cercana con la necesidad de tener una brújula espiritual, más allá de un refugio temporal cuando uno está en problemas.

Las meditaciones o ejercicios de mindfulness de menos de cinco minutos – o de cinco minutos – me enseñaron lo fácil que era nada más sentarse por poquito tiempo y respirar. Hacerle caso a mi respiración y reiniciar mi estado de ánimo. Me di cuenta que la meditación no era algo intimidante o que me fuera a quitar mucho tiempo de mi ajetreada vida, sino que era esa pieza del rompecabezas faltante para poderme sentir sana en mi lucha por estar bien mentalmente.

Esta pequeña reflexión, o una mirada a hace más de dos años, se las quise compartir por si todavía se encuentran en ese momento en el que no saben cómo empezar o si no saben todavía que la meditación es una herramienta y es un recurso que está disponible para todos, todo el tiempo. Denle una oportunidad y les juro que no se van a arrepentir, lo más probable es que su vida, igual que la mía, cambie para bien y empiecen a ver las cosas con un poco de claridad.

Todavía no soy perfecta, todavía me equivoco mucho, pero ahora lo hago con más calma.

Seamos receptivos. Namasté.

error: