En esta ocasión quisiera ahondar un poco más en qué es mindfulness; sí, fuera de las comparaciones esenciales con la meditación (como lo publiqué aquí), sino lo que he estado viendo sobre la atención consciente y lo importante que es para el mundo actual.
Jon Kabat – Zinn, el pionero de las técnicas de reducción de estrés y regulación de emociones con atención consciente o mindfulness, nos dice que:
“Mindfulness significa prestar atención a algo de una manera particular: a propósito, en el tiempo presente y sin juicio. Este tipo de atención alimenta una gran conciencia, claridad y aceptación de la realidad y el tiempo presente.
Nos ayuda a darnos cuenta de que nuestras vidas se desarrollan sólo en momentos o instantes. Si no estamos completamente presentes en estos momentos, nos podemos perder cosas realmente valiosas de nuestras vidas y, también, no darnos cuenta de la riqueza y el alcance de nuestras posibilidades de crecimiento y transformación”
¿Y esto qué quiere decir?
Aún cuando la frase fuese un poco larga para una entrada tan corta, lo importante aquí es entender que mindfulness significar prestar atención de manera intencional pero sin juicio. Significa estar plenamente atentos y conscientes de nuestra experiencia en el tiempo actual – el aquí y el ahora -, es decir, de las sensaciones, de nuestros movimientos, emociones, etcétera.
¿En qué nos beneficia practicar Mindfulness?
Pues, simplemente, a vivir mejor. Así lo pondría yo. Nos ayuda a identificar y a darnos cuenta de una manera más objetiva sobre cómo nos sentimos, cómo pensamos y cómo reaccionamos ante algunas situaciones, estímulos o circunstancias. También, el ser más atentos y conscientes de lo que pasa con nosotros y nuestro entorno nos puede ayudar a mejorar las respuestas de nuestro sistema inmunológico, nuestro bienestar físico y emocional en general, mejora la calidad de sueño y las relaciones con otras personas, otras cosas o con nosotros mismos. A mi parecer, nos ayuda a volvernos más compasivos.
¿En qué podemos poner nuestra atención consciente?
La atención consciente – o el hecho de “ser mindful” – se puede enfocar en las cosas, en uno mismo, en las personas o en la realidad. Es decir, esto puede abarcar desde sensaciones físicas como lo son la respiración o la idea de nuestro cuerpo como algo material o, bien, nuestros sentimientos, emociones y pensamientos, lo que nos rodea y el contexto en el que estamos inmersos.
Como todas las cuestiones que queremos implementar en nuestras vidas, o que queremos que se conviertan en hábitos, tenemos que ser muy conscientes de ser conscientes (¿tiene sentido?), es decir, al principio tal vez parezca raro que le digamos a nuestra mente “fíjate en esto: en tu respiración y no la juzgues, no te vayas”, pero con el tiempo podemos comenzar una práctica muy bonita que nos llevará a tener una mejor calidad de vida. Sí, hay muchas cosas que no podemos cambiar, lo que podemos lograr con mindfulness es cambiar la manera en la que nos relacionamos con ellas.
Seamos receptivos. Namasté.