Hace poco, en una conversación que tuve con un amigo emprendedor, salió a tema la siguiente Luna Nueva en Escorpio. Un tema poco común para algunos pero que se ha vuelto uno de mis temas favoritos en los últimos meses. Esta conversación fue más allá del simple hecho de asumir que el astro cambiaría, sino que lo asumí como una genuina oportunidad de empezar de cero energéticamente, darle “reiniciar” a mi sistema y crear a partir de lo que ya tengo ahora hecho en mi vida.
Posiblemente esto también tenga que ver con el hecho de que Acacia Yoga, como blog está por cumplir un año de existencia y Acacia Yoga como clases de yoga comenzará sus segundos seis meses; estoy entrando en una fase de transición no crítica, pero definitivamente profunda. La Luna Nueva es la oportunidad perfecta para pensar con qué energía quiero vibrar ahora y cuál es el camino que sigue desde ya.
Pero bueno, después de este preámbulo, les quiero compartir algunas de las muchas acciones que decidí tomar para este periodo de introspección y transformación. Son sugerencias y ejemplos de cosas que pueden hacer si quieren experimentar algo distinto, aunque el catálogo de rituales es muy amplio y se encuentra en constante expansión.
Establecí una serie de intenciones para los próximos meses.
Empezó como una lista amplia de actitudes que quiero tener y fomentar en mi vida, desde ser más positiva y asertiva, como repensar que quiero hacer con la forma en la que me comunico. Las intenciones fluyeron de manera natural, aún cuando me había tomado varios días pensar y “tomarme el tiempo” de escribirlas. Estas van a ser mis guías para los siguientes meses, no sólo mis metas, sino los valores por los que me quiero regir.
Comencé un diario de gratitud.
No sólo continuaré con mi práctica de journaling, sino que conseguí un diario adicional de gratitud con guías para poner mis pensamientos en la mañana y en la noche, tener una película completa para los siguientes tres meses sobre cómo está operando mi espíritu y cómo estoy acercándome a la vida: cómo me muestro ante ella y cómo me percibo a mí misma. Si te lo preguntas, conseguí este y fue una GRAN compra.
Tomé tiempo de mi día para tratarme bien.
No sólo opté por hablar con mis amigos de las 200 horas de Dharma y tomar una clase de Yin Yoga suave que se enfocara en la apertura de espíritu y de mente, sino que también cuidé de mi cuerpo y de mi alimentación conforme a mi dieta vegetariana. Decidí ser compasiva con mi cuerpo y dejarlo descansar; decidí quererme y darle rienda suelta a mi imaginación; comí unos Buddha Bowls deliciosos que me preparó un amigo cocinero y que me están llenando de nutrientes.
Sobre todo, opté por consumir información y contenidos que me llenen.
Dejé atrás el pensamiento obsesivo de estar viendo las noticias y los chismes de la prensa que sólo me generaban ansiedad o los programas de críticas en streaming y decidí mejor llenar mi tiempo “extra” con meditación y contenidos que nutran a mi alma. Esta ha sido una de las mejores decisiones que pude haber tomado para mi salud mental. Se los recomiendo.
Es una etapa en la que puedes hacer mil cosas; también prendí velas, saqué cuarzos, canté mantras, en fin… ¡Miles de cosas! La idea es buscar iniciar ciclos, sin repetir patrones de pensamiento y conducta que ya no nos sirven o que ya no resuenan con nosotros, sino que nos hacen sentir más llenos y felices.
¡Compárteme tus rituales!
Seamos receptivos. Namasté.
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